Los colegios, generalmente disponen del espacio suficiente para instalar las placas solares necesarias para la adecuada obtención de electricidad. Y además, como en ellos se realizan actividades diurnas, la energía que se genera con la instalación fotovoltaica es para su consumo inmediato.
Durante los periodos lectivos, la demanda de electricidad en los centros de enseñanza es continuada: las instalaciones precisan de una adecuada calefacción en la época invernal, aire acondicionado cuando aprieta el calor, agua caliente en zonas de vestuarios deportivos, iluminación artificial permanente en las aulas y otros espacios comunes…
En un colegio por lo general se necesita una instalación fotovoltaica de menos de 100 kwh para cubrir sus necesidades energéticas, lo que ofrece dos posibilidades, de acuerdo con lo establecido en el real decreto RD 244/2019:
- Instalación fotovoltaica para autoconsumo sin excedentes
- Instalación fotovoltaica para autoconsumo con excedentes
Instalación fotovoltaica para autoconsumo sin excedentes
La normativa legal establece que las instalaciones fotovoltaicas para autoconsumo sin excedentes son todas aquellas que producen la energía necesaria para cubrir los requerimientos energéticos. En caso de una mayor producción, el excedente no es volcado a la red eléctrica convencional.
Instalación fotovoltaica para autoconsumo con excedentes
La normativa legal establece que las instalaciones fotovoltaicas para autoconsumo con excedentes son aquellas que producen energía para autoconsumo y tienen capacidad para inyectar a la red eléctrica convencional.
En este caso el colegio podrá acudir a la figura de la compensación, es decir, inyecta a la red eléctrica convencional la energía producida en exceso por la instalación fotovoltaica (que no será consumida), esta energía es compensada en el recibo de la luz a un precio previamente establecido.
Esta modalidad es muy interesante para los colegios, ya que a lo largo del año se presentan muchos días en los que el consumo de energía eléctrica es muy bajo, por ejemplo: los fines de semana, los festivos y el periodo vacacional. La energía producida durante estos días se inyecta a la red eléctrica convencional y es compensada a fin de mes, lo que permite abaratar el recibo de luz, no sólo porque se está produciendo la energía para el autoconsumo, sino además por la compensación económica de la energía excedente.
Una experiencia muy actual
En un colegio de Madrid se ha desarrollado un proyecto de instalación fotovoltaica para autoconsumo, que incluye 24 paneles solares de tipo policristalinos, cada panel tiene una potencia de 270 Wp, lo que permite generar una potencia FV de 6.48 kWp. La instalación cuenta además con 1 inversor trifásico de 5.5 kW potencia, por ser para uso diurno no cuenta con batería.
Esto permitirá que toda la comunidad educativa disfrute de una energía limpia y renovable que proviene de una fuente inagotable, además los paneles solares son de bajo mantenimiento, y tienen una vida útil garantizada de 25 años. Lo que hace que invertir en la energía fotovoltaica sea una decisión inteligente.