Todos sabemos que cada vez se oye más la afirmación de que la energía solar fotovoltaica es el futuro, pero también se debate cuántos contaminantes se liberan durante la producción y cómo éstos afectan en el medio ambiente.
¿La energía solar fotovoltaica es un impacto positivo o negativo? ¿Quién tiene razón?
Se deben considerar varios puntos y perspectivas para llegar a una conclusión clara y concisa sobre la energía solar. Por eso, en el post de hoy, exponemos con datos y cifras el verdadero impacto de esta energía renovable y varias razones para responder a la pregunta sobre si es buena o no para el medio ambiente.
Empezamos.
Impacto medioambiental en cifras
En España se está produciendo un acelerado desarrollo de las energías renovables, y este hecho conlleva un debate sobre el impacto medio ambiental de éstas, especialmente en las zonas rurales donde se realizan grandes instalaciones solares y eólicas.
Algunos de los impactos que genera la energía solar fotovoltaica son:
–Ocupan suelo que, en el caso de las plantas solares fotovoltaicas o termosolares, puede llegar a ser muy amplio.
–Pueden tener cierto impacto en la biodiversidad. Aun así, actualmente, tanto en parques eólicos como en las plantas fotovoltaicas, se han mejorado las medidas de reducción de los impactos sobre la fauna y flora.
-Se utilizan diversos materiales como acero, aluminio, vidrio, etc. que después de su vida útil, se convierten en residuos que no son fáciles de gestionar. Por este motivo, se deben introducir medidas de economía circular para la recuperación de materiales (por ej. módulos fotovoltaicos) con proyectos industriales y de I+D+i.
-Algunas tecnologías pueden necesitar agua para refrigeración (solar termoeléctrica) o limpieza (fotovoltaica).
Aun así, las energías renovables evitan emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).
Según CCOO (20211), en los últimos 20 años la energía eólica en España ha evitado unos 400 millones de toneladas de CO2. Las energías renovables han sido el principal motivo de la reducción de las emisiones de GEI.
También cabe mencionar que cada vez se implementan más con el fin de cumplir con los objetivos establecidos del PNIEC de penetración de energías renovables. La UE ha incrementado sus objetivos de descarbonización para 2030, de un 40% a un 55%.
Impacto ambiental durante la producción
Los sistemas fotovoltaicos son un recurso energético inagotable y es que se alimentan de los rayos de sol Incluso si el cielo está cubierto de nubes pueden absorber suficiente energía. En cambio, los combustibles fósiles, eventualmente, llegan a su fin.
La quema de combustibles fósiles es una de las principales razones del incremento de los gases de efecto invernadero en la atmósfera y, a su vez, del calentamiento global. Los sistemas fotovoltaicos producen electricidad libre de CO2, de esta forma evitan la liberación de uno de los gases de efecto invernadero más importantes.
Sin embargo, si hablamos del impacto ambiental de la energía solar fotovoltaica, es durante la producción cuando este impacto está más presente.
¿Por qué? El 97% del mercado mundial consiste en células solares de silicio. El silicio es un elemento químico metaloide muy común en la corteza terrestre, pero éste requiere mucha energía para extraerlo y limpiarlo, aunque no tanto como el carbón o el petróleo.
Actualmente, el 70% de las células solares son fabricadas en China, y la energía que es utilizada durante la producción es fósil. Otros países donde se realiza el 10% de la producción mundial son Alemania y Corea del Sur.
Beneficios ambientales de la producción
Los paneles fotovoltaicos cuentan con una vida útil estimada de 25 a 30 años y aportan múltiples beneficios ambientales durante este periodo.
Una de las principales ventajas es que las placas solares producen electricidad a partir de energía renovable. Asimismo, la instalación de paneles fotovoltaicos y la producción de electricidad no dañan ningún terreno al ser colocados en tejados.
Con el gran avance de la tecnología se producen cada vez más placas solares que hacen uso de una menor proporción de minerales como el silicio. ¿Qué quiere decir esto? Que no será necesario hacer una excavación tan intensiva para la producción de otras fuentes de energía.
Además, cabe añadir que, al producir un menor número de emisiones, se genera más y mejor oxígeno. Es decir, al hacer uso de placas solares, respiraremos un aire más puro, siendo más probable reducir enfermedades cardio-respiratorias causadas por la contaminación, tanto en personas como en animales.
Energía solar fotovoltaica VS otras energías
Como hemos mencionado anteriormente, al implementar energía solar fotovoltaica se reducen las emisiones de gases de efecto invernadero, y este hecho contribuye a que la capa de ozono se restaure a un mayor ritmo.
En un informe de 2014 del Panel Climático de la ONU, se expone cómo la energía solar genera 41 gramos de dióxido de carbono por kilovatio por hora producido (gC02/kWh). Podemos compararlo con la energía producida por carbón,que emite 820 gCO2/kWh y la producida por gas natural, que emite 490 gCO2/kWh.
En comparación con otras energías renovables, el impacto ambiental de la energía solar es mínimo. Durante su producción, sus efectos son menores que los causados por otros tipos de producción de energía, como la eólica. Asimismo, es una de las fuentes de energía renovable más silenciosas y limpias que existen, y pueden utilizarse perfectamente para satisfacer nuestras necesidades, sin lograr dañar considerablemente el medio ambiente.
A modo de conclusión podemos afirmar que, aunque hay aspectos a mejorar, la implementación de energía solar fotovoltaica y la instalación de placas solares, es necesaria para mejorar la salud de nuestro planeta.
Se ha demostrado que es una fuente de energía renovable con múltiples beneficios, como la reducción de la dependencia de combustibles fósiles y la disminución de emisiones contaminantes.
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