No obstante, puede haber personas que tengan dudas de lo que ocurrirá con su instalación durante el invierno, pero la clave es conocer cómo es el funcionamiento de los paneles fotovoltaicos. Y es que, “Los paneles fotovoltaicos no funcionan gracias al calor sino a la luz que reciben”.
Es decir, las placas solares producen energía siempre que haya un mínimo de luz. Por eso, en un día soleado, independientemente de que haga una temperatura muy baja, la instalación solar seguirá generando gran energía, ya que estos funcionan con la radiación del sol y no con la temperatura.
Factores para aumentar el rendimiento de las placas solares en invierno
- Las horas de luz en invierno son inferiores a las de verano ya que los días son más cortos, por lo que el tiempo de captación de radiación de los paneles es menor. Disponer de paneles de alta eficiencia será crucial para maximizar la captación en invierno.
- En invierno habitualmente hay más días nublados o lluviosos que hacen bajar el rendimiento de los paneles.
- El frío es buen aliado del panel fotovoltaico. En contra de la creencia general, los paneles fotovoltaicos rinden mejor a más bajas temperaturas. Es decir, un día despejado y con temperaturas bajas es ideal para la producción fotovoltaica, y en esos momentos es cuando, de forma puntual, obtenemos la máxima potencia de nuestra instalación fotovoltaica.
- No es del todo cierto que los días de nieve los paneles no funcionan. Siempre y cuando los paneles no estén cubiertos por una capa de nieve, podrán seguir generando energía. Eso sí, como dependen de la luz que incide sobre ellos, si está muy nublado o nieva con intensidad el rendimiento será menor.
- En caso de que una capa de nieve cubra los paneles no es necesario limpiarlos ya que tienen unas características constructivas que les permiten soportar el peso y las condiciones climatológicas más adversas sin problemas. No obstante, si la capa de nieve fuese de cierto grosor y ante olas de frio prolongadas podría ocurrir que el panel quedase oculto bajo la nieve durante días y de este modo no produciría energía.
Como resumen, lo más importante a la hora de dimensionar una instalación solar es tener en cuenta la cantidad de energía que seremos capaces de generar a lo largo de todo el año. Si tenemos en cuenta solo las necesidades en invierno, muy probablemente tendremos excesos de producción de energía en verano que no aprovecharemos y por tanto disminuiremos la rentabilidad de nuestra inversión.